sábado, 10 de diciembre de 2011

Lo que hemos elegido ser

Cuesta no desequilibrarse por personas tan interiormente desequilibradas. Cuesta no contaminarse de su aire intoxicado. Es desconcertante cómo tan profundamente mal te pueden hacer sentir, por algo que no has cometido. Cuesta imaginarse la vida de estas personas. Cuesta entender cómo eligen vivir así. Y cuesta entender cómo pueden tener la mente tranquila, con todo el mal que alberga su corazón. Cómo pueden vivir con tal mala conciencia tras de sí. Cómo pueden dar un paso cada mañana y no sentir quebrarse el suelo de dolor, agrietado por las arrugas de la desolación. Cómo su alma puede respirar, ahogada como debe estar entre tanta negatividad. Espero que la vida sepa poner a cada uno en su sitio. Y que devuelva, a cada uno, aquello que se ha merecido. De hecho, creo que cada uno somos como hemos elegido ser y tenemos, precisamente, aquello que nos merecemos.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Y ya puedo dormir tranquila.

Siento que es el punto y final que tanto necesitaba. Siento que es una ruptura total. Siento que después de ésto, ya no queda nada. Siento que el vacío se adueña de los recuerdos. Oigo el eco sordo resonar en las paredes del silencio. Siento que tenía que pasar, ahora, para cerrar y completar el ciclo que un día se abrió. Siento que si así ha sucedido, ya no hay más resquicios donde arañar, y todo queda por fin herméticamente cerrado. Siento que gracias a ésto todo adquiere más sentido. Sí, le encuentro sentido, y es el sentido que necesitaba. Era la señal que estaba inconscientemente esperando. Aunque nunca me imaginé que fuera ésta, ni que llegara así, ni que así fuera. Creo que hoy es una noche para la valoración, la reflexión y la aceptación. Y para la alegría interior. Y si soy sincera, me alegra tremendamente de que por fin haya llegado. Es ese paso que tanto estaba esperando. Es una noche para cerrar. Y para mirar más libre hacia delante. Es una noche para sentir que se ha cerrado un ciclo, de la manera más significativa que se podía cerrar. Para hacerlo realidad. Para saltar con los brazo s abiertos. Y ya puedo dormir tranquila.